Ya hace un tiempo que nos están recomendando comprar bombillas de bajo consumo o también llamadas LFC.
Estas bombillas tienen beneficios muy importantes frente a las bombillas convencionales:
- Son frías: la mayor parte de consumo de energía se transforma en luz y no en calor, como es el caso de las bombillas incandescentes.
- Utilizan menos energía, entre un 50% y un 80%, para dar la misma cantidad de luz que una bombilla convencional.
- Mayor durabilidad, duran 10 veces más, que una bombilla convencional.
Por estos motivos se han ganado prestigio de ser más ecológicas.
También, tienen algún inconveniente; el contenido de mercurio de estas bombillas preocupa en gran medida, aunque no es alarmante. Las LFC´s contienen una cantidad entre 2 a 5 mg de mercurio, frente a los 15 a 25 mg de mercurio que contiene un tubo fluorescente.
Pero la rotura de este tipo de bombillas puede producir un efecto tóxico. Por ello es más que importante su reciclaje.
Hace unos años se realizaron campañas de sensibilización para el cambio de las bombillas convencionales por las LFC´s, a pesar de su durabilidad, estas bombillas se funden y es muy importante que las reciclemos correctamente, debido a los niveles de mercurio que contienen. No podemos tirarla al contenedor orgánico o de basura común, ni al contenedor de vidrio.
Algunas de las tiendas que nos proporcionan las LFC´s están colocando contenedores para su reciclaje, como es este caso. Incluso han habilitado otro contenedor para tubos fluorescentes, como podéis ver:
Y como buena ciudadana, tiré las bombillas al contenedor correspondiente:
Y vosotr@s, ¿reciclais vuestras LFC´s?
Besos,
LUZULA